L’approche latino-américaine de l’économie est un indispensable à bien maîtriser pour aborder sereinement les épreuves ELVI d’Espagnol. Il vous sera d’ailleurs possible de faire d’une pierre deux coups en mobilisant ces connaissances dans vos épreuves écrites d’ESH, de Géopolitique ou d’Éco-droit. Dans cette première fichette de civilisation, nous reviendrons largement sur les stratégies de développement économique de l’Amérique Latine (du XIVè au milieu du XXè siècle).
Nous avons fait le choix de la rédiger entièrement en espagnol pour vous familiariser avec le vocabulaire spécifique et perfectionner votre grammaire.
Les économies coloniales d’Amérique Latine
Les métaux précieux
En Europa el comercio se hacía con dinero de oro y plata. El oro y las especias están en el origen de los Grandes Descubrimientos. A los europeos les fascinaba el oro, a diferencia de los indios, que lo usaban sólo como adorno de objetos rituales. Chaunu, un historiador que todo el oro de los indios fue recogido por los españoles en dos o tres años, luego hubo la explotación de los suelos de México y Perú. Luego se explotó la plata con el descubrimiento de minas mexicanas (Zacateas 1546) y peruanas (Potosí 1545). « Es Perú » es una expresión que muestra la riqueza de sus suelos a finales del siglo XVI, utilizó estas riquezas en la importación.
L’agriculture
Al mismo tiempo, alrededor de las minas se desarrolló una agricultura (trigo) necesaria para la supervivencia y también se desarrolló el ganado (ganado, pelo…). Se importaron productos desconocidos en Europa como el maíz, el café… En algunos países (Antillas, Brasil…) el cultivo de la caña de azúcar, el algodón y el cacao se desarrolló para satisfacer las necesidades europeas (cultivado por esclavos). Esta es la economía de la plantación. Así aparecieron las haciendas, que aumentaron el prestigio de los grandes terratenientes, pero estas propiedades se oponían a la cultura indígena común, esto todavía se siente hoy en día. Así que no hubo creación de fábricas locales, por lo que hubo una gran dependencia de América Latina hacia el exterior, hubo un estancamiento del contenido.
Les économies d’exportation (XIXè-XXè siècle)
Gracias a las reformas borbónicas en la América española y al ministro Pombal en Brasil, la producción y el comercio aumentaron en la segunda mitad del siglo XVIII.
Le libéralisme
Tras la independencia de la mayoría de las colonias españolas, el subcontinente se integró en el mercado mundial como productor de materias primas y fue cliente de las fábricas europeas. Gran Bretaña inició la revolución industrial y se convirtió en socioeconómico de los Estados Unidos al conceder préstamos. En la segunda mitad del siglo XIX, Gran Bretaña optó por el libre comercio, lo que aumentó su prosperidad e influencia.
La América Ibérica tuvo que adaptarse a las reglas del mercado internacional, y las reformas liberales llevadas a cabo en todo el subcontinente dieron lugar a cambios, en particular en la distribución de la tierra. Esto fue acompañado de una reforma de la estructura agraria, privando a los miembros de las comunidades indígenas de sus medios de subsistencia tradicionales, ya que estos indios sin tierra proporcionaban la mano de obra necesaria para los centros mineros. La afluencia de inversiones de capital británico y luego norteamericano permitió la construcción de la infraestructura necesaria para el desarrollo del mercado externo.
Les exportations de matières premières
Aumentaron las materias primas agrícolas y mineras que Occidente demanda para el consumo o la industrialización. Por ejemplo, el cacao para el Brasil o el ganado para la Argentina. Sin embargo, esta integración en el mercado mundial tenía muchos aspectos negativos, en particular:
- Creó un desarrollo localizado en los frentes costeros, a expensas del interior, que permaneció subdesarrollado.
- La inversión extranjera orientó a las economías latinoamericanas hacia sus propias necesidades.
Algunos países basaban sus economías en un pequeño número de productos que representaban más del 30% de sus importaciones totales, lo que se denominaba « monoproducción » y, por lo tanto, dependían de la demanda externa.
La dépendance économique et politique
La riqueza residía en la posesión de la tierra, el consumo de productos manufacturados de los Estados Unidos o Europa se limitaba a una población adinerada.
A finales del siglo XIX, la afluencia de capital extranjero permitió el desarrollo industrial. Los fondos se invirtieron en la producción de productos textiles y agrícolas y en la minería. Los países latinoamericanos estaban dominados por empresas inglesas, que les ofrecían beneficios, lo que creaba una vulnerabilidad económica y política. Con la Primera Guerra Mundial, los Estados Unidos se convirtieron en el principal proveedor y cliente de América Latina. La importancia de una materia prima puede servir de arma política, como en el caso de la caña de azúcar cubana, cuyos cupos de importación fueron fijados por los Estados Unidos para presionar al gobierno.
Développement économique de l’Amérique Latine et dépendance
La stratégie de substitution aux importations
La Primera Guerra Mundial fue un factor positivo para el desarrollo económico de América Latina, ya que las potencias europeas necesitaban los alimentos producidos por el subcontinente (trigo, carne). Países como México o Chile tenían un superávit comercial, lo que les permitió crear una industria autónoma: la sustitución de importaciones. Después de la Segunda Guerra Mundial, los aliados volvieron a necesitar materias primas, puesto que se vieron privados de las importaciones occidentales.
En la euforia de esta situación favorable, los gobiernos populistas como el de Argentina trataron de recuperar el control de la riqueza nacional. Como resultado, el estado nacionalizó la infraestructura y la energía (México en 1938, Argentina en 1946). Estas políticas nacionalistas condujeron a un aumento del nivel de vida de la población debido al alto crecimiento. Sin embargo, este desarrollo no podía tener lugar en los pequeños países centroamericanos poco poblados, cuyas economías se basaban en un producto dependiente de los precios mundiales, como el trigo, por ejemplo.
Les théories du développement
Los productos latinoamericanos siguieron siendo poco competitivos y no rentables en el mercado de exportación debido a la falta de investigación en ciencia y tecnología. La dependencia tecnológica de los países del Norte siguió siendo fuerte.
En 1949 se creó la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), encabezada por el economista argentino Raúl Prebish. La Comisión, en respuesta al desequilibrio comercial entre los países industrializados y los de América Latina, propugnó reformas estructurales, cierto grado de proteccionismo y la formación de mercados comunes. La inversión sería entonces necesaria, por lo que los países latinoamericanos recurrieron a préstamos de las organizaciones financieras internacionales (FMI) y de los principales bancos (Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo (BID)).
Les bloquages du milieu du XXème siècle
El auge de los países del Norte a finales del decenio de 1950 dio lugar a una disminución del crecimiento económico de América Latina y a un deterioro de la relación de intercambio, ya que el precio de los bienes exportados aumentó menos rápidamente que el de los importados. América Central y el Caribe se convirtieron en el « patio trasero » del poderío estadounidense. Esta situación neocolonial provocó la revolución cubana, que expropió empresas norteamericanas y recuperó la riqueza nacional.
El presidente de los Estados Unidos, Kennedy, propuso desactivar los hervideros revolucionarios relanzando la política de desarrollo de la CEPAL. Una conferencia celebrada en Punta del Este en 1961 tuvo por objeto elevar el nivel de vida de la población, reactivar las políticas económicas comunes subvencionando a los países más pobres.
La influencia de las grandes empresas industriales (multinacionales) aumentó, lograron controlar la economía y la política. Bajo el control de gobiernos autoritarios, México, Argentina y Brasil salieron del subdesarrollo, el llamado « milagro brasileño ».